Mapa de las mujeres en la ciudad  

«Las relaciones sociales de género son constitutivas de las que se expresan en la conformación del espacio urbano, y éste a su vez, en la reproducción de dichas relaciones.»

Ana Falú (2003)

El Mapa de las Mujeres. ¿Quiénes son? ¿dónde están? ¿qué tienen?

Las mujeres y los cuerpos feminizados, usan la ciudad, sus bienes comunes, así como los servicios y equipamientos públicos de manera diferenciada, lo hacen combinando trabajo productivo y reproductivo, cambiando rutas por temor a las violencias sean estas percibidas o ejercidas. Es que si bien se trata de la dimensión material que adquieren los territorios, junto a la misma son decisivas sus dimensiones simbólicas y políticas; todas hacen parte de las disputas del lugar, la guerra de los lugares (Raquel Roldnik, 2020), de quiénes y cómo la habitan.

¿Quiénes son, dónde están, qué tienen las mujeres, y de qué maneras usan y disfrutan sus ciudades y pueblos? Esta pregunta es central al momento de pensar en demandas y planificaciones públicas que efectivicen derechos ciudadanos: derechos de servicios, de infraestructuras, de transporte, de seguridad, de recreación, etc.

El Mapa de las Mujeres (Ana Falú y otras, 2012) es un primer instrumento metodológico utilizado en el Observatorio. Sus diferentes subdimensiones de análisis han sido utilizadas de modo diferencial acorde a las necesidades en la construcción del dato.

“La mayor dificultad aún ahora es tener información acerca de las mujeres. Es muy reciente la recolección estadística por sexos, y cuando la hay, en los institutos de estadísticas oficiales no siempre es procesada para contar con la misma en cada ciudad o localidad. La dificultad de saber quiénes son y dónde están las mujeres es central y un permanente desafío para la elaboración de políticas de género a nivel local”. (Falú y otros 2012 op cit).
1. Grupos de edad: jóvenes, adultas (edad reproductiva), adultas mayores (envejecimiento – sobre envejecimiento).

2. Estructura familiar: número de personas en cada hogar y jefatura del hogar.

3. Esperanza de vida.

4. Tasa de fecundidad. Tasa de mortalidad materna.

5. Salud. Enfermedades.

6. Etnia y raza.

7. Nivel educativo.

8. Nivel formativo y profesional (orientado a empleo): capacidades y profesiones.

9. Tasas de dependencia.
1. Hábitat: dónde viven, ofreciendo una georreferenciación (urbana y periurbana o rural).

2. Movimiento migratorio.

3. Estado de las viviendas: condiciones de habitabilidad.

4. Movilidad (transporte y servicios de proximidad disponibles).

5. Niveles de inseguridad (denuncias, consecuencias, principales causas subrayando las situaciones de violencia de género con datos de consultas, atenciones sanitarias y denuncias).

6. Violencia de género.

7. Políticas de protección de los derechos de las mujeres: instrumentos, planes y acciones positivas.
1. Nivel de pobreza. Necesidades básicas insatisfechas (NBI). Feminización de la pobreza.

2. Actividad económica: ¿a qué se dedican?

3. Acceso a líneas financieras de apoyo a sus iniciativas empresariales.

4. Renta disponible: nivel de autonomía económica.

5. División sexual del trabajo. Trabajo (remunerado, formal o informal). Niveles de remuneración. No remunerado (tareas domésticas, cuidado de niñas/os y personas dependientes, etc.). Acceso al mercado de trabajo. Desempleo femenino.

6. Acceso al sistema de seguridad social. Prestaciones sociales.

7. Nivel de acceso a la propiedad.

8. Participación en: la comunidad / la esfera pública / la esfera política, por su participación en cargos públicos, partidos políticos / en organizaciones y en organizaciones de mujeres.

La construcción de ciudades accesibles y diversas requiere mirar el territorio que habitan las mujeres, desde sus cuerpos y en sus casas y sus barrios, la ciudad; así como la complejidad de las áreas metropolitanas. Se debería poder dar cuenta de las desigualdades asociadas a los territorios en la intersección de las relaciones de género superando los límites tradicionales del diseño e implementación de las políticas públicas. 

Para ello es necesario mapear para conocer y poder argumentar. Un mapa de las mujeres que nos diga quiénes son, dónde están, qué tienen, qué hacen, si tienen dependientes (no hace falta tener hijas/os para tener dependientes), si tienen infraestructuras, si tienen transporte, si los espacios públicos son accesibles. 

Gráfico: Ana Falú (2012) elaboración propia en base a textos previos.

El mapa permite georreferenciar y dar cuenta de las condiciones del fragmento territorial de interés para el análisis. Conocer las características físicas, la dimensión material de los mismos, el nivel de infraestructuras, servicios y equipamientos cuando los hay; ponderar la localización, según las distancias y recorridos en relación a la ciudad y los entornos urbanos. Las características de los conjuntos habitacionales, tipo de resolución -viviendas unifamiliares o colectivas-, ocupaciones, conjuntos de perímetro controlado, entre otros.  Toda información que contribuye para orientar la acción en la búsqueda de la inclusión de las demandas de las mujeres. El patriarcado también se expresa en el orden urbano.

OBSERVATORIO CIUDADES, TERRITORIOS Y GÉNERO

© CISCSA Ciudades Feministas | 2023

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